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Francisco Pérez Fernández (a.k.a. Francis P. Fernández)
Nacido en Madrid el 29 de mayo de 1969. Es doctor en Filosofía por la
Universidad Complutense de Madrid desde 1997, año desde el que ha
desarrollado toda su carrera en el entorno académico. Actualmente es
profesor de Historia de la Psicología, Antropología, Psicología Criminal y
Sociología en la Universidad Camilo José Cela. También es codirector de la
revista eduPsykhé, fundada en 2001, y órgano de expresión del Departamento
de Psicología y Educación de la UCJC. Ha publicado hasta la fecha tres
monografías sobre temas psicológicos y criminales, y más de una treintena
de artículos en revistas de reconocido prestigio científico internacional.
Del mismo modo, ha formado parte de diversos proyectos de investigación
subvencionados por organismos públicos y privados y ha sido miembro del
comité científico de varios congresos y simposios vinculados al mundo de
la psicología y la filosofía. Habitual en diversos programas de radio y
televisión de diversos medios durante los últimos años -en casi todos
ellos para hablar de su otra gran pasión aparte de los libros, los
crímenes-, es un gran aficionado al cine, la música y el cómic (aunque,
lamentablemente, detesta a Tintín con todas sus fuerzas, siendo un
defensor a ultranza de Conan y el Capitán Trueno).
Vinculado al mundo literario desde hace años (se lee lo que sea y en
cualquier formato siempre y cuando tenga unos mínimos estándares de
calidad), ha formado parte varios jurados y tertulias literarias, escrito
en revistas y blogs especializados (como "Prótesis") y prologado varias
obras de autores de reconocido prestigio, como es el caso de Juan Ramón
Biedma. Pese a todo, y aún siendo autor de varias novelas, todavía no ha
encontrado a nadie lo suficientemente loco como para publicarlas. Pero
todo se andará pues promete reincidir.
Se confiesa un apasionado lector de Lovecraft, Hammett, Juan Ramón Biedma,
González Ledesma y Philip K. Dick, estando dispuesto a partirse la cara
por ellos con quien sea. Sus pecados más terribles: el escepticismo, el
cinismo y un toque de sorna barriobajera. Sus virtudes: es una
enciclopedia andante y da gusto tomar cañas con él". |
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